~Perdido en Sepia~ I ; Recuento Introductorio

Fue junio, sin año que recordar;
el cielo, tiñéndose de almíbar,
con esa inepta y sosegada sabiduría:
"¿Quizá soy el único que lo notaría?"

Niños y niñas con reglas sin acepción,
siguiendo las bazofias del pizarrón;
cada fonema, estaba en mi mente
" ¿Acaso soy algo diferente?" 

Llegose el receso tan rápido,
y mi humilde almuerzo quería salir,
envuelto en ruido, cual delirantes ladridos:
" ¿ Al comer vociferas soeces alaridos?" 

A vista difusa, tipos altos aprecié,
llevándose a quienes  yo dialogué;
genuflexión sumisa, remisamente desolado 
"Yendo a casa solo y desamparado "

Aceras húmedamente escabrosas,
mis ojos atizados cual tinte de la rosa;
y las gotas de lluvia caían por mis pómulos:
" Son saladas, ¿por qué?"

En medio de la garúa, me resfrié;
mi telilla de seda toda añeja y roída,
pero no tengo más con que sonarme todo el día:
" Déjame tranquilo, solo quiero huir "

Finalmente, llegando a mi humilde barraca,
comí esa dura y  apetecida focaccia,
sabiéndose que alguien a enfadar logre:
" Perdóneme, perdóneme." 

Mientras las espinas me perforaban, descansé;
lavando mi cara, yo de por si percaté
que mi día se tornaría más solazado:
"¿Por qué las luces ha apagado?"

El crepúsculo apareció sin ninguna interrupción
y aquellas cigarras hicieron su aparición,
mi ser, tan abatido sin la esencia de un amigo:
" ¡Dios mío, que frío!

Erase la Octava Avenida, siete de la noche;
no me causo extrañeza, nada era de mucha rareza;
el mismo poste oxidado, luces parpadeantes:
"La calle de cuatro intersecciones, con los grafitis de antes" 

Necesitaba coger una calle con discernimiento;
cualquiera me daría un tramo de conocimiento, 
de su esencia, de aquel posible amigo,
y no decir: "Estoy insatisfecho conmigo"